El documental «Adiós a la memoria» del director Nicolás Prividera producida por nuestro socio Pablo Ratto ha sido ganador de los premios al Mejor documental y Mejor Edición en la última edición del Festival Internacional del Festival de Mar del Plata

Debajo citamos una reseña del film.

CINE – FESTIVAL DE MAR DEL PLATA

Adiós a la memoria, de Nicolás Prividera: apuntes urgentes sobre su cine

Una reseña sobre la última película de Nicolás Prividera «Adiós a la memoria», parte de la Competencia Internacional del Festival de Cine de Mar del Plata

Adiós a la memoria (2020), la última película de Nicolás Prividera (M, Tierra de los padres), continúa y expande, tal vez por última vez -en tanto cierre de una «trilogía involuntaria»-, una lúcida y emocionante indagación sobre la memoria y los modos, diversos y enigmáticos -mas bien cifrados-, en los que la memoria personal se entrelaza en conflicto con la memoria colectiva y social. En su nuevo ensayo documental, su reflexión parte de una enfermedad que padece su padre -el mal de Alzheimer- para detenerse en las distintas formas que puede evidenciar la otra cara de la moneda, la contraparte necesaria de la memoria: el olvido.

Prividera se propone reconstruir, a partir de una serie de viejas filmaciones caseras realizadas en otro tiempo por su padre -únicos restos de una memoria en retirada-, la trayectoria de una pérdida que comenzó en 1976, luego de la desaparición de su esposa, Marta Sierra, madre de Nicolás. Prividera identifica allí un momento de quiebre: los recuerdos de su padre empiezan a abandonarlo y a desprenderse de él. Sus filmaciones comienzan a limitarse tan solo al orden familiar, dejando de lado aquello que ocurre afuera. Una forma del mirar hacia adentro que prefigura o proyecta una ausencia futura: la falta de curiosidad -la falta de política- por filmar lo que le sucede a otros. Una marca del narcisismo que subyace al autorretrato digital del siglo XXI. Prividera recupera esas imágenes y busca pensarlas, hacerlas hablar y revelar a través de ellas un sentido posible sobre el pasado y sobre lo que esas mismas imágenes dejan entrever en relación con el presente (también del cine).

Un estado de interrogación permanente: una pregunta acerca de la supervivencia de las imágenes, sobre la fragilidad de la memoria en la actualidad digital. Una pregunta acerca de qué y cómo recordar. Pero por sobre todas las cosas: una pregunta acerca de qué y cómo olvidar. La memoria -y el olvido- como un campo de batalla. La interrogación se desarrolla a partir de una característica reconocible de la escritura ensayística de Prividera: su propia voz -en off- funciona como centro que organiza el film, mediante una palabra reflexiva y secretamente sujeta a una premisa que sostiene y fundamenta el trabajo de montaje: el diálogo supone invención, pero no tergiversa, no busca «imponer una memoria falsa».

En Adiós a la memoria , la operación critica consiste en establecer un diálogo entre esas imágenes y otras de distinto orden y procedencia: imágenes de la historia del cine, imágenes tomadas desde un celular, imágenes que registran la influencia de la enfermedad sobre su padre, ya viejo, en una situación de completa des-memoria: no recuerda nada, ni siquiera quién fue su esposa, ni siquiera su nombre. El ensayo procura además vincular esas imágenes con textos, ideas, sonidos, canciones, lecturas y objetos. Uno de esos objetos será un diario escrito por su padre en el transcurso de la dictadura, en donde registra compulsiva y desordenadamente datos, nombres, palabras: signos ilegibles. Porque su escritura, como su memoria, también empieza a perderse y negarse a si misma. Lo mismo pasará con los pensamientos. Así recordará Prividera el andar de su padre por la calle: inmerso en sus pensamientos, tratando de extraviarse en la multitud indiferente.

Adiós a la memoria es, entre muchas otras cosas, una intervención profunda contra la indiferencia, contra los militantes de la anti-política, contra las películas muertas bajo el manto conservador e impotente de la nostalgia. Su lucidez corrosiva, no exenta de emoción, no esconde su desprecio por la peste de un orden social que no sucumbe por sus acérrimos defensores. La última película de Prividera también es esto: un parte de guerra contra la liviandad y el cinismo dominante.

Fuentes: La Izquierda diario/
Diego De Angelis

FICHA TÉCNICA

Documental
Argentina
95 minutos
Color y B&N
Año de estreno: 2020
Título Internacional: A Farewell to Memory

Director: Nicolás Prividera
Guion: Nicolás Prividera
Fotografía: Héctor Prividera / Nicolás Prividera
Edición y diseño de sonido: Hernán Rosselli
Productor: Pablo Ratto
Compañía/s Productora: Trivial Media

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